PREPARATE PARA EL ARREBATAMIENTO
Cuando ocurren grandes eventos o juicios de Dios, la gente tiende a radicalizar aún más sus creencias religiosas en lugar de convertirse. Se aferran a lo que han creído, incluso si son mentiras, ídolos o brujería. Solo aquellos que son pobres, humildes y temen la palabra de Dios se vuelven a Él de corazón.
A lo largo de la historia, ha ocurrido que muchos creyentes se vuelven a Dios temporalmente cuando vienen castigos o juicios, pero su conversión es transitoria. Una vez que la situación se normaliza, vuelven a descuidar su relación con Dios, bajan en su vida espiritual y olvidan los favores de Dios. Es triste cómo este patrón se repite una y otra vez.
Durante los juicios de Dios, como el descrito en el libro de Apocalipsis, se evidencia la radicalización de los sistemas religiosos. La gente no se vuelve a Dios, sino que refuerza sus creencias y su odio hacia Él. En lugar de arrepentirse y clamar a Dios, adoran a sus ídolos y blasfeman en su contra. Es lamentable cómo se alejan cada vez más de la verdadera fe.
Es importante entender que la culpa de los males y desgracias que ocurren en el mundo no es de Dios. El mundo ha dado la espalda a Dios y se ha descompuesto en una descomposición peor que la que vivieron Sodoma y Gomorra. La verdadera culpa recae en aquellos que se olvidaron de Dios y se dejaron llevar por las vanidades y fantasías del mundo.
Es importante aprovechar este momento para afirmar nuestra fe y posición espiritual como hijos de Dios, ya que el mundo está volviéndose más hacia la idolatría y la falsa religiosidad. Es necesario afirmarnos más en lo que dice el Señor en el libro de Apocalipsis y mantenernos consagrados a Él.
En el libro de Apocalipsis se menciona que los 144,000 son siervos de Dios que predicarán el Evangelio del Reino de Dios durante el tiempo de la gran tribulación. Su predicación no solo se dirigirá a los judíos, sino también a todas las naciones. Su labor resultará en la conversión de muchas personas y en la reunión de los refugiados de Israel y Judá.
Según el libro de Isaías, Israel será reunido de todas las naciones donde está disperso, incluyendo países como Asiria, Egipto, Etiopía e Irán. Este regreso no será solo de judíos, sino también de personas de otras nacionalidades que se convertirán a Dios. Será un momento de gran gloria para Israel y para todas las naciones que se volverán a Dios.
El perdón de los pecados se obtiene a través del bautismo en el nombre de Jesús. El bautismo no está relacionado con la sanidad o el hablar en otras lenguas, sino que es la cancelación legal de nuestras deudas pendientes por los pecados. Es importante que una persona se arrepienta y sea bautizada en el nombre de Jesús para recibir el verdadero perdón de sus pecados.
1 Tesalonicenses 4:16-17 (RVR1960):
"Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor."
1 Corintios 15:51-52 (RVR1960):
"He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los