Desde el principio, uno de los grandes propósitos de Dios con el hombre ha sido relacionarse con él; y no ha sido en vano su deseo, pues aunque el ser humano tiende a darle la espalda a Dios a causa de su pecado; él no nos hizo a un lado como lo haría cualquier ser humano cuando comete una ofensa contra su prójimo, antes bien comenzando por Adan y Eva, los vistió de pieles sacrificando un animal inocente para cubrir su vergüenza y de esta manera restaurar el pecado.
LA PRESENCIA DE DIOS TIENE UN PROPÓSITO
El mundo está atestado de religiones y "caminos que llevan a Dios"; y gran parte de los medios de comunicación se han encargado de desvirtuar el propósito divino, pues al mostrar que una persona para recibir el Espíritu Santo o ser sanado hay que tumbarla o hacer miles de ofrendas, ha hecho que el ser humano fije su mirada en otras creencias que nada tienen que ver con el ser más maravilloso que existe desde la eternidad.
Ese propósito consiste en que Dios nos muestra su santidad y nos enseña a depender de él, y no de nuestra capacidad; tampoco es para convertir al individuo en un religioso o fanático espiritual, si no para que pueda ver quién es su creador y que este fue creado para darle la gloria.
LA PRESENCIA DE DIOS EN EL DESIERTO
Después que Moises salió con el pueblo, vieron la mano de Dios en repetidas ocaciones, no solo obrando en Egipto con las plagas si no más adelante en el desierto, la biblia enseña que la presencia de Dios les acompañaba de día con una columna de nube y de noche con una columna de fuego. Con columna de nube los guiaste de día, y con columna de fuego de noche, para alumbrarles el camino por donde habían de ir. (Nehemías 9:12)
Moises también pidió a Dios su presencia.Y Moisés respondió: Si tu presencia no ha de ir conmigo, no nos saques de aquí.
LA PRESENCIA DE DIOS EN EL ARCA (Éxodo 33:15)
Si observamos también en el A.T. Se nos habla acerca de la presencia de Dios habitando simbólicamente en el arca, y decimos simbólicamente ya que a Dios nada lo puede contener, tal como lo dijo el rey Salomón en 1 Reyes 8:26. Pero ¿es verdad que Dios morará sobre la tierra? He aquí que los cielos, los cielos de los cielos, no te pueden contener; ¿cuánto menos esta casa que yo he edificado? 28 Con todo, tú atenderás a la oración de tu siervo, y a su plegaria, oh Jehová Dios mío, oyendo el clamor y la oración que tu siervo hace hoy delante de ti;
Y esta presencia de Dios habitó con ellos y por donde iban, el arca estaba un paso adelante con los sacerdotes; así los israelitas eran prosperados porque Dios iba con ellos.
Recordemos que cuando David intenta llevar el arca a Jerusalen, Dios hirió a Uza, (2 Samuel 6:7) y luego llevaron el arca a la casa de Obed Edom y él y toda su casa fue bendecida. Y estuvo el arca de Jehová en casa de Obed-edom geteo tres meses; y bendijo Jehová a Obed-edom y a toda su casa. (2 Samuel 6:11)
Esto nos da a entender que la presencia de Dios, primero nos muestra su santidad y segundo nos bendice; es por esto que entendemos nuestra condición y la gravedad de nuestro pecado que nos hace ver como nada delante de él, pero a la vez no nos deja a un lado si no que hace que nuestra vida sea bendecida si lo tenemos a él
LA PRESENCIA DE DIOS EN EL TABERNÁCULO
También por medio del tabernáculo Dios mostró su gloria, recordemos la estructura dada por Dios para la construcción del tabernáculo, (Éxodo 25-27) que entre otras cosas es él quien nos da las pautas para relacionarnos con él y no nosotros; y posteriormente sería imagen del templo que Salomón construyó, donde había un lugar santo, y un lugar santísimo. Todo esto como una forma de expiar los pecados del pueblo.
Años después vemos a este mismo Dios buscándonos de nuevo, según lo había prometido en Ezequiel 34:11 Porque así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo, yo mismo iré a buscar mis ovejas, y las reconoceré. Él simplemente decidió venir a buscarnos, y a través de una mujer se hizo hombre para salvarnos y mostrarnos su gloria.
Esta manifestación de Jesucristo nos da a entender que aunque tu y yo nos hemos perdido por mucho tiempo y descarriados cada cual por su camino, él aún así con todo su amor quiso mostrarnos su gloria a través de su presencia.
No éramos nada y él aún así nos amó. Más Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. (Romanos 5:8)
Con todo esto entendemos que su presencia es para bendecirnos y fue el quien quizo buscarnos, ahora nos toca a nosotros buscarlo a él por lo que él hizo, hace y hará. Vivir con Cristo es ganarlo todo, vivir sin él es perderlo todo.
Dios nunca nos ha abandonado ni lo hará jamas, y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. (Mateo 28:20)
Te dejamos una hermosa enseñanza acerca de la fe