¿Qué relación tiene el padre con el hijo? Teología IPUC


Por Steven Ritchie
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Traducido por Julio César Clavijo Sierra

La encarnación

Hebreos 2:14, 17 NIV – “Dado que los hijos tienen carne y sangre, Él también compartió esa humanidad, para conseguir quebrantar con su muerte, el poder de aquel que tiene el domino de la muerte —es decir, al diablo—... Por esta razón, Él tenía que ser hecho como ellos, completamente humano en todos los sentidos...”

1 Timoteo 3:16 declara que “Dios fue manifestado en carne, justificado en el Espíritu...”

Lucas 1:35. “EL ESPÍRITU SANTO vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; POR LO CUAL también el Santo Ser que nacerá, será llamado HIJO DE DIOS”.

Mateo 1:20. LBLA. “el Niño que se ha engendrado en ella es del Espíritu Santo”.

Las Escrituras nos informan que el Espíritu Santo de Dios que descendió sobre la virgen según Lucas 1:35 y Mateo 1:20, también participó de carne y sangre para ser completamente humano en todos los sentidos según Hebreos 2:14-17 ¿Quién es el que participó de carne y sangre según Hebreos 2:14? ¿Quién es el que se manifestó en carne según 1 Timoteo 3:16? ¿Quién es el que preexistió a la vida de Abraham según Juan 8:58? ¿Quién es ese que se convertiría en nuestra salvación como “la piedra que desecharon los edificadores”? ¡El Salmo 118:14-23 dice que Yahvé, pero Marcos 12:10-11 dice que Jesús! ¿Y de quién es el “santo brazo” que fue revelado como un verdadero hombre? ¡Isaías 52:10 e Isaías 53:1 dicen que de Yahvé, pero Juan 12:37-39 dicen que es Jesús!






El Hijo de Dios no pudo haber existido previamente como Hijo, porque la palabra “Hijo” significa “descendiente” o “heredero”. Solo un verdadero descendiente de otro, puede ser un Hijo real. Es por esto que Hebreos 1:5 cita a 2 Samuel 7:14 para probar que Dios el Padre dijo: “Yo le seré a Él Padre, y ÉL ME SERÁ A MÍ HIJO”. Por lo tanto, Dios el Padre dijo en el Antiguo Testamento que en el futuro profético (en lugar de en la eternidad pasada) Él SERÍA un Padre para el Hijo, y el Hijo SERÍA un verdadero Hijo para el Padre. Hebreos 2:17 declara que el que participó de carne y sangre fue hecho completamente humano en todos los sentidos, tal como lo son todos los hombres. Es por eso que a Jesús se le llama un niño nacido y un Hijo dado (Isaías 9:6).

Dios como Dios nunca tuvo ha tenido una madre, pero Dios con nosotros como un verdadero hombre (un verdadero descendiente de Dios) sí pudo tener una madre. Por lo tanto, sabemos que hay una distinción definida entre Dios como el Padre omnipresente cuyo Espíritu Santo siempre ha llenado el cielo y la tierra (Jeremías 23:24), y Dios con nosotros (Mateo 1:23) manifestado en la carne (1 Timoteo 3:16) como un hombre real. Por lo tanto, por fuera de la encarnación el único Dios verdadero es el Padre inmutable (Malaquías 3:6); mientras que dentro de la encarnación como Dios con nosotros, el Hijo es la descendencia de Dios como un hombre verdadero que fue engendrado milagrosamente por el Espíritu Santo del único Dios verdadero.

Si Jesús no es Dios que también se hizo hombre, ¿cómo es que ahora Jesús puede oír y responder las oraciones (Juan 14:14)? ¿Cómo es que Jesús ahora lo llena todo (Efesios 4:10)? ¿Y cómo es que el Espíritu de Jesús mora ahora en todos los verdaderos creyentes que tienen fe en Él (Juan 14:16-18, Gálatas 4:6, Romanos 8:9)? Cuando Dios se hizo hombre, Él tuvo que ser hecho como los demás hombres, “completamente humano en todos los sentidos” (Hebreos 2:17 - NIV), para poder salvar a la humanidad. Como Dios no es ontológicamente un hombre (Números 23:19), sabemos que el Hijo de Dios no puede ser Dios como Dios, sino solamente Dios con nosotros como un hombre verdadero y legítimo.

Por lo tanto, las Escrituras inspiradas prueban que el Espíritu Santo de Dios que se hizo hombre mediante la encarnación a través de la virgen, fue hecho exactamente como todos los hombres con un espíritu humano, así como también con un cuerpo humano. Esto explica el por qué Jesús contó con una verdadera naturaleza humana que le permitió experimentar legítimamente las tentaciones. Esto también explica el por qué Jesús tuvo una capacidad genuina para orar y tener una relación amorosa con Dios como su Padre, tal como lo haría cualquier hombre verdadero.

Jesús es la imagen del Dios invisible


Hebreos 1:3 nos informa que Jesús como un Hijo, es la Persona del Padre “reproducida” como una persona humana que es la imagen expresa de la Persona del Padre.

“Quien siendo el resplandor de su gloria, y la imagen expresa de su persona...” (Hebreos 1:3 - KJV).

En lugar de ser el resplandor de su propia gloria y la imagen exacta de su propia persona divina, Jesús como el Hijo de Dios el Padre, es el resplandor de la gloria del Dios Padre y la imagen exacta de la persona de Dios Padre como una persona humana. Pero esto no es lo que se esperaría cuando se asume que el Hijo de Dios siempre ha existido como una supuesta persona divina coigual y coeterna a lo largo de la eternidad pasada. Dado que el Hijo irradia la gloria del Padre y es la “marca impresa”, la “copia” y la “reproducción” exacta (“imagen expresa” se traduce de la palabra griega “karaktér” que significa “copia”, “impresión”, y “reproducción” de un original) de la persona divina del Padre como una verdadera persona humana, es por esto que se dice que el Hijo es “la imagen del Dios invisible” (Colosenses 1:15).

“Él es el resplandor de la gloria de Dios y la huella exacta de su naturaleza...” (Hebreos 1:3 - ESV).

Hebreos 1:3 nos informa que el Espíritu de Dios reprodujo una “huella” exacta de la “persona” y “naturaleza” divina de Dios, para formar a la persona humana llamada el Hijo de Dios. La palabra griega “KARAKTÉR”, prueba que Jesús como un Hijo completamente humano fue “reproducido” como una “huella” o “copia” exacta de la HIPÓSTASIS (persona, sustancia, naturaleza) del Padre, como un ser humano total y completo, pues el Hijo no pudo haber existido por siempre como una copia reproducida de la sustancia o naturaleza personal del Padre, sin tener un comienzo.

Hebreos 2:14-17 demuestra que el Hijo fue “reproducido” como una “copia” exacta de la Persona, Sustancia y Naturaleza del Padre, al haber sido hecho como todos los hombres, “completamente humano en todos los sentidos”. Esto explica el por qué Jesús al igual que todos los hombres, pudo orar y tuvo la capacidad de ser tentado por el mal.

Puede estar en el cielo y en la tierra al mismo tiempo


Dios no limitó su existencia en el Hijo como si fuera su cuartel general para gobernar como el Rey del cielo y la tierra. Dios dijo que todo el cielo es su trono (Isaías 66: 1) y que los cielos de los cielos no lo pueden contener (1 Reyes 8:27), porque su Espíritu Eterno llena el cielo y la tierra (Jeremías 23:24). Solo el Espíritu omnipresente de Dios puede operar simultáneamente como el Padre en el cielo, mientras se manifiesta en el cuerpo de Jesús como un ser humano. Es en este sentido que el Padre se convirtió en un Hijo humano total y completo sin tener que cambiar ni perder ninguno de sus atributos divinos como el único Padre omnipresente que continuó llenando el cielo y la tierra (Jeremías 23:24), pues Jesús no es Dios el Padre con nosotros como Dios el Padre habitando de manera simple en un cuerpo físico, sino que Jesús es Dios el Padre con nosotros como un hombre total y completo con un verdadero espíritu humano y una verdadera naturaleza humana (Hebreos 2:17, 1 Timoteo 2:5).


Dios se hizo hombre

¿Podría Jesús como Hijo haber sido solamente un hombre, o Él fue un ser angélico creado?

¿Si Jesús no es Dios que también se hizo hombre, cómo es que Jesús ahora puede oír y responder a las oraciones como Dios?

“Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré” (Juan 14:14).

¿Si Jesús no es Dios, cómo es que Jesús ahora lo llena todo como Dios?

“El que descendió, es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo” (Efesios 4:10).

¿Si Jesús no es Dios, entonces cómo es que ahora el Espíritu de Jesús mora en todos los verdaderos creyentes cristianos como el Espíritu omnipresente?

“Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!” (Gálatas 4:6).

“Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Él” (Romanos 8:9). 

Dado que Jesús como Dios escucha y responde a las oraciones, y es omnipresente llenándolo todo como el Espíritu que mora dentro de los creyentes del Nuevo Testamento, entonces Él tiene que ser ese único Dios que vino a salvarnos como un hombre.

Jesús mismo testificó que después de que ascendiera al cielo, Él mismo se manifestaría como el Espíritu de verdad que habita en los creyentes.

“...el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros. No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros”. (Juan 14:17-18).

“Porque el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad” (2 Corintios 3:17).

¿Cuál ser creado, sea ángel o ser humano, puede ser omnipresente (llenándolo todo) como Dios,  sin que sea Dios? El propio Yahvé Dios declaró en Isaías 46:9 que no hay nadie como Él.

“…porque yo soy Dios, y no hay otro Dios, Y NADA HAY SEMEJANTE A MÍ” (Isaías 46:9).




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